Un intento de hacer(te) sonreír.

19 de Marzo, 16:45h, marquesina de autobús en avenida, llueve. 
Es una hora de poco movimiento de personas. He ido en un voy y vuelvo, objetivo concreto, tiempo justo. 
San José, día del padre. Casi festivo. 
Posiblemente, yo, que no uso paraguas y cargo con una caja de cartón que no oculta por fuera que dentro contiene una guitarra, a priori, no sea el elemento más invisible de los que ocupamos parte de la acera. A priori nada más, porque si contara de cuánto se llenaban mis ojos en percepciones en los 40 minutos de espera (perdí el anterior, lo vi marchar y no corrí. Concedí a mis zancadas, pasos es de poca longitud para la largura de lo que hago, el máximo de sí y al resto del cuerpo, el ‘nopasanada, habrá otro y es bonito ver llover’) al blog le saldría camisa de fuerza. 
Llegan dos cuerpecines delgados y jóvenes bajo un mismo paraguas. Paraguas un poco inclinado que no deja ver de mitad del tronco para arriba. 
Llegan dos cuerpecines delgados y jóvenes bajo un mismo paraguas. Paraguas que cierran al protegerse bajo el techo transparente de la marquesina. 
Llegan dos cuerpecines delgados y jóvenes que, al descubrirse por entero, pasan a ser dos cuerpecines delgados y jóvenes exactamente iguales. Dos chicas preciosas, de caritas dulces que visten exactamente igual. Se mueven igual. Se sientan a la vez. 
Las miro pensando, obligándome a pensar, que son dos. 
No hace falta mucho esfuerzo en el obligarme. Un detalle se me hace salvavidas. Descubre mi ojo un lunar. Son dos. 
Un lunar en la parte alta y un poco lateral de la nariz de una de ellas, las hace ser dos. 

Están colocadas detrás de mí. Yo de pie. Ellas sentadas. Siento un poco el malestar de ‘no me gusta dar la espalda, educación recibida, me hago estorbo si les doy la espalda’. Al notarlo y moverme, aunque me mojo más, no es ni la educación ni el agua lo que me inquieta. Algo en ellas, caritas dulces y cuerpecines jóvenes, me genera inquietud. Siguen moviéndose sincronizadas.

Llega el bus. Fila india. Turno de subida. 
Cuando estoy dentro, en el primer escalón, miro hacia atrás para invitar a guarecerse a mi lado a quien le tocara estar detrás de mí. Son ellas. No se ponen en fila india. Van juntas. En paralelo. Pegados los cuerpos desde los hombros. Cabeza agachada. Inquietud creciente. 
Pago mi ticket. 
Camino por el pasillo estrecho del autobús. Caja de cartón con guitarra dentro. Bolso maxi en bandolera. Mojada. Normalmente hubiera seguido hasta los asientos traseros, siempre desocupados, buscando ser ‘la de más atrás’. Pero me quedé justo donde tenía una persona que estaría sentada detrás, dejando pasar muchas butacas libres. 
Ventanilla. Miro por ella en la espera que prosigue mientras suben los demás pasajeros. Regreso la mirada al lugar dentro. Las veo, ahora no les quedó más remedio que separar su plano paralelo, pero siguen moviéndose de esa manera sincronizada que, ahora vocalizo, les da cierto aire siseante. Dejan pasar asientos libres, como había hecho yo misma antes, y eligen sentarse, con sus movimientos siseantes sincronizados, en los asientos que hay a mi lado. Nos separan una butaca y el pasillo. Inquietud creciente. Miro por la ventanilla. Veo el reflejo de la persona que está sentada detrás mía. Esta vez no ‘ser la de más atrás’. 
Un pensamiento en la inquietud. Un recuerdo. Un nombre. El Resplandor. Pienso. Quizás, de las películas que más miedo me dan. 

Entre el 2 y el 3 de Abril, dedicar por fin un ratito a reflejar ese momento. 

*Sé que dije que realizaría cambios en el blog para que, este tipo de paranoias tengan un bloque diferenciado. Llegará, llegará. 
De mientras, si no las dibujo y plasmo en historia, me estalla el coco. Las gemelas vestidas de color camel con movimientos siseantes sincronizados a mi espalda y a mi lado, y hoy, en papel.
Espero que este exorcismo consiga provocaros, al menos, una sonrisa.

9 comentarios en “Un intento de hacer(te) sonreír.

  1. India, me alegra leerte!!, sonrisa, sonrisa?, jajajaja si el repelús iba in crecendo, jajajaja, nada más imaginarlo y ahí las dos plasmadas en el dibujo, dan más repelús aún.
    Sonrisa me dá, leerte 🙂
    Besos miles.

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  2. A ambas cosas, a tu sonrisa y al sentimiento inquietante, te respondo con un guiñoo pícaro, ¿mola? Gracias, Genín, gracias por apetecer pasar este ratito buenomalo conmigo.
    Un abrazo enorme, que la inquietud y la sonrisa hagan movilizar el sístole diástole de tu corazón fuertote! Salud!

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  3. Carmelilla! Gasta cuidao nusea que tu alegría me anime a seguir! jajaja

    El placer de que 'rellenes' el 'Me encantará leerte si decides parar por aquí 🙂 ' sí que es una alegría para mí, motivo de sonnrisa siempre unas palabras y una compañía amiga.

    Abrazo grande, besos miles.

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  4. Pilar!!! Pues mira que tienes sonrisa bonita, eh, que me la conozco y se te hacen brillos en los ojos! Pero es que también me conozco tus abrazos, que son de los de darse, así que… ni un nanosegundo tardo en acurrucarme en uno de ellos! Abrazo bieeeeen graaaande, sí que sí.

    Gracias, guapetísima. Se agradece enorme que apeteciera leer y mirar y pasar el ratillo redrum, redrum conmigo jijiji
    Abraaaazo inmeeeennso!

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  5. Es curioso que te fijes tanto en las caras y que las quieras dibujar después, pero claro, tanto tiempo de espera da para mucho, jaja. ¿Y no hablaban? será que se entienden tan bien que no necesitan comnicarse, jaja.
    Achuchones, India!!!

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  6. Pues si hablaron o no, creo que algo sí, pero tan cerca iban la una de la otra que, imagina, se susurrarían más bien. Y llevaban móvil. Otra manera de susurro.

    Forma parte del juego, Blue. De mi paranojuego. Dejar que la cara sea más que una cara. No creas que me fijo mucho, de 'tiempo' mirando. De la misma manera que tampoco busco. Es dejar que lleguen, supongo. Y escuchar en lo que al mirar llega. Esperar es un juego. Reposar la sensación, recrearse en ella. La historia no varía de lo que 'pasó' a lo relatado, en palabras. Dibujarlo reclama, a mí al menos, reposo. Pero luego, a la hora de poner aquí, por ejemplo, como lugar impresora, no uso el escanear el dibu. Juego a hacerle fotos, ¿por? porque jugar con los ángulos del encuadre es, de nuevo, recrear. Te diría que se trata de que, quizás por inutilidad, o porque lo necesito para sentir que completo la ezxpresiñón de lo que deseo trannsmitir, hacer un global de todas ellas, mirar, reposar, dibujar y fotografiar. Es un juego, y agradezco enorme que apeteciera que os ocupara un momento, que el tiempo es oro y dedicarlo a cosinas así, pues entiendo que no siempre es la mejor inversión. Así que, gracias, miles, por pasar, parar, leer y mirar lo que hice.
    Gracias miles, Blue.
    Un abrazo,

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